5 tácticas para activar sentimientos de felicidad de manera inmediata

Tengo que decir, que la mayor parte de este artículo está sacado de una newsletter que recibí hace tiempo como suscriptor de Tom Bilyeu, Fundador de Impact Theory. He pensado que en estos momentos de aislamiento social, miedo, preocupación e incertidumbre a muchos nos vendrían bien algunas tácticas simples y prácticas para cambiar nuestro estado de ánimo de forma casi inmediata. (Nota: su newsletter es en inglés por lo que la he traducido; y si sabes inglés te recomiendo que te suscribas a su boletín)
Y todo parte de una pregunta que no se hace lo suficiente: ¿cuál es la mejor táctica para experimentar felicidad? Felicidad entendida como felicidad del día a día, el sentimiento general de bienestar.
La gente a menudo habla de la felicidad cotidiana como si fuera solo un estado de existencia que te llega o no te llega. Como si se tratara únicamente de cómo te sientes y no hubiera nada que puedas hacer al respecto. O simplemente que algunas personas son optimistas y eso es todo lo que se puede hacer o ser.
Pero, para Tom Bilyeu y muchos estudiosos del cerebro, todo es neuroquímica. Y hay tácticas específicas que puedes usar para experimentar bienestar. Por favor, ten en cuenta que esto no es una guía para superar la depresión. Y estos consejos no te ayudarán si no vives de acuerdo con tus valores o si estás huyendo de tus sueños. Estas tácticas son solo formas en que puedes transformar un día normal, aburrido o apático y convertirlo en un buen día.
5 simples tácticas para sentirte más feliz
Lo primero a tener en cuenta sobre la neuroquímica de la felicidad es que las neuronas espejo son importantes. Y mucho. Si alguien te sonríe, estás programado para responder de la misma manera. La mayoría de las veces, recibir una sonrisa aumenta la felicidad. Y te anima a devolverle la sonrisa.
Esa es la primera táctica para ser más feliz. Sonríe a otras personas y a menudo ellos te devolverán la sonrisa. Esas neuronas espejo que se activan en tándem harán a ambos un poco más felices.
La siguiente táctica es cambiar tu postura y respirar más profundamente. Tu postura afecta a tu cerebro y viceversa. Una buena postura aporta más energía, un mejor equilibrio, menos estrés y menos fatiga. Respirar profundamente desencadena la respuesta de reparación automática del cuerpo, y a menudo puedes sentir que tus pensamientos o emociones negativas se debilitan y se disipan.
Todo se ve mejor cuando tienes una postura recta, erguida.
Otra táctica que funciona sorprendentemente bien es reírse a carcajadas durante siete a diez segundos. Esto puede requerir cierta privacidad. Y puede ser que tengas que ver una comedia o hacer algo más para estimular la risa. Pero la mera liberación física a través de la risa tiene una poderosa calidad que altera el estado de ánimo y, por supuesto, la risa envía señales al cerebro para aliviar tensión y eliminar el estrés.
Otra táctica que no se habla mucho de ella es encontrar algo que te fascine.
Los niños a menudo son muy buenos en esto. Los adultos, desafortunadamente, parecen olvidar a veces cómo hacerlo. Pero no hay nada que mejore más el estado de ánimo como perderse en el asombro y la maravilla. La curiosidad es un gran impulsor de grandes objetivos como el éxito y el aprendizaje, pero también es una parte importante del bienestar básico.
La próxima vez que estés realmente estresado por un proyecto o una reunión social, encuentra algo sobre el trabajo involucrado o sobre esas personas que te fascine sobre ellos. Date permiso para profundizar en ello, como lo habrías hecho cuando tenías siete años. Puede que te sorprenda la gran diferencia que puede significar ese sentido infantil del descubrimiento.
Y yo añadiría una quinta práctica para cambiar el estado de ánimo de manera inmediata: darse una ducha de agua fría!
Lo sé, no estamos en verano todavía, y de eso se trata, de hacer algo fuera de la zona de confort, donde te demuestras a ti mismo que eres capaz de hacer lo que te propones aunque suponga un reto, un momento de dolor o incomodidad.
Yo he estado un año entero duchándome con agua fría como práctica para dominar mi fuerza de voluntad e ir creando la identidad que quiero para mi mismo, y tengo que decir que justo después de la ducha me siento totalmente activo, noto como llegan los químicos responsables de los sentimientos de felicidad, autoestima y seguridad al cerebro. (Nota: si estás con síntomas de resfriado tal vez no sea aconsejable) Y siempre se puede ir aumentando la exposición poco a poco, empezando con agua tibia y terminar con 15 segundos de agua fría, luego 25 segundos, y así hasta donde quieras llegar, tal vez, la ducha entera con agua fría.
Como ves, son 5 tácticas simples para activar las sustancias químicas del cerebro responsables de nuestra sensación de bienestar y felicidad.
Pón alguna en práctica y me comentas cómo te ha ido.